Lactosa

La lactosa es un azúcar o disacárido que está presente en toda la leche de los mamíferos: vacas, cabras, ovejas y en los humanos, y también se puede encontrar en muchos alimentos preparados. La lactosa llamada azúcar de la leche (C12, H22, O11) compuesto de glucosa y galactosa. Es un carbohidrato que se encuentra en la leche de los mamíferos y proporciona energía a los bebés durante los primeros meses de vida. Consiste en glucosa y galactosa, que se asimilan por separado en el cuerpo gracias a una enzima llamada lactasa que está ubicada en el intestino.

Lactosa

El organismo humano está orgánicamente preparado para absorber lactosa correctamente. Para esto tiene una enzima llamada lactasa; pero si esto está ausente, debido a problemas intestinales (producidos por el intestino delgado), los humanos sufren lo que se llama intolerancia a la lactosa, que puede ser temporal, si el problema es susceptible de tratamiento y curación; o irreversible si la patología es genética.

Este último es frecuente en la edad adulta, y muchos científicos argumentan que la leche no debe consumirse después del destete, y el ser humano al igual que otros animales no está preparado para tomar leche de otras especies que no sean las suyas. En los bebés es difícil si no tienen patología o no son prematuros para tener esta intolerancia a la leche materna.

Como un alimento adecuado, la leche es una secreción de tonalidad blanquecina que es una secreción de las glándulas mamarias presentes en los mamíferos, siendo precisamente esta su capacidad definitoria, y teniendo la funcionalidad principal de la nutrición de los niños o jóvenes hasta que puedan digerir otro tipo de comida.

También permite la protección del tracto gastrointestinal, siendo una de las primeras defensas inmunológicas contra los agentes inflamatorios, tóxicos y patógenos que se producen en los diferentes procesos de obtención de energía, especialmente en lo que respecta a la metabolización de insulina y glucosa, además de prepararse contra los alimentos futuros que serán digeridos.

La intolerancia a la lactosa es una intolerancia alimentaria al azúcar de la leche. Si el intestino delgado deja de producir la enzima que transforma la lactosa (lactasa) o la produce en pequeñas cantidades, no podrá digerir la lactosa o solo parcialmente. Los síntomas que indican insuficiencia de lactasa generalmente son dolor de estómago, diarrea y flatulencia. Cuando el consumo de leche o productos lácteos causan este tipo de molestias, hablamos de intolerancia a la lactosa.

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